martes, 5 de abril de 2011

UN LIBANÉS CONSUMADO - EL PAN-LIBANISMO


El abuelo llegó a Ecuador, y murió en este país embriagado de agradecimientos. Pero nunca olvido su esencia libanesa y su orgullo de serlo.
 Acopió el escrito siguiente, y lo difundió pese a que estaba redactado por un sacerdote jesuita, en aquellas épocas donde la masonería no era compatible con las ideas de aquellos. 

Pongo de relieve el hecho, porque realmente Esteban Antón, era muy abierto y porque tenía tal orgullo de su origen que se adhería a las ideas por su contenido, más que provenir de esta u otra fuente.  






Líbano en la vanguardia de la latinidad y del mundo árabe:


APORTE  DE LA CULTURA DEL LÍBANO MODERNO Y SU PONTIFICIA UNIVERSIDAD SAN JOSÉ DE BEYROUTH EN EL CERCANO ORIENTE.
La Cultura Mediterránea, lazos de unión del Pan-Libanismo.

Por Henry Charles, S.J.
Profesor d´Ethne-Sociologí al´Institut des Lettres Orientales del´Universite St. Joseph Beyrouth, Libano.

La ciudad de Beyrouth, es la capital de un país muy famoso y hermoso del actual mundo Árabe que se llama la Suiza del Cercano Oriente.

Este país está compuesto de una doble cadena de montañas que se extienden de norte a sur y que se levantan directamente del Mar Mediterráneo, fortaleza natural capaz de resistir a las invasiones que durante siglos pasarán a sus pies.

El Líbano tiene una población de 1.200.000 habitantes. Chico en extensión, pero grande por su historia y sus tradiciones milenarias de espiritualidad y de cultura. El cedro, árbol sagrado espacioso incorruptible, es el símbolo de aquellas tradiciones, radicadas en el corazón de sus poblaciones. Hombres indómitos que afrontaron con valor las horas difíciles de su historia, hasta asegurar con heroísmo su libertad y su valioso patrimonio: la tierra y la fe que ellos legaron a sus hijos.

1.- La cultura es una de las glorias y trasmisiones del Líbano.

Desde la antigüedad, la cultura del Líbano ha sido particularmente brillante, pues colocado en la encrucijada de tres continentes, ha podido aprovechar tres movimientos culturales. Es un Mediterráneo, pues en resumen la solidez latina, la claridad griega y el esplendor del Oriente, todas las fertilizadas por el cristianismo. Por su historia y cultura, el Líbano en verdad es un vínculo de unión entre el Oriente y el Occidente. Los libaneses que en la antigüedad fueron los fenicios, son los inventores del alfabeto; a ellos se les debe la ciencia de la navegación por medio de la astronomía, la técnica de las construcciones navales capaces de afrontar tempestades, las bases comerciales de aquellos carreteros de los mares estaban en todas las costas del Mediterráneo hasta España, y son las que fundaron una civilización cartagineza, menos solida que la de Roma, pero iluminada por los esplendores de Salambó.

Bajo la civilización Romana y Bizantina, la cultura libanesa continuó brillando, y como prueba de ello, tenemos a la escuela de derecho de Berito, en el actual Beyrouth, y las monumentales ruinas grandiosas de Baalbek.

Los jesuitas los siguen pronto y fundan un Colegio de Antura, que pasará a los Lazaristas durante la momentánea suspensión de la Compañía de Jesús. Uno de aquellos Jesuitas, el padre Fromago, es célebre en la historia del Líbano, tanto por sus predicaciones, como por haber sido el representante del Papa en el concilio del Líbano, en que se determinó el derecho canónico del rito Maronita, lazo de unión entre la liturgia latina en las liturgias orientales.

Esta vocación de intermediario, el Líbano le ha cumplido tanto en el dominio religioso como en el dominio intelectual. No contento con recibir profesores de Europa, envía a los suyos, principalmente a París, en donde enseñan a los franceses la lengua Árabe, primera Escuela de Orientación y también a Roma donde el Célebre Assemani pone al alcance de los europeos de historia y la Patrología Orientales.

Los reyes de Francia eligen para sus cónsules y representantes en el Líbano a miembros grandes familias, tales como los Khazen y los Ghantour el Huri.

Si en la tormentosa época de la Revolución Francesa y de la guerra con la Turquía se interrumpen las buenas relaciones Líbano con Occidente y con Francia. Si el emir Bechir se encuentra en la imposibilidad de sostener la tentativa de Bonaparte en San Juan de Acre, los franceses se refugian en Ehden, entre sus amigos los Sghortiotes en las montañas, donde comienza a soplar un viento de libertad, que pronto va a levantar a los grandes héroes libaneses, José Karam y Abu Samra Ghanem.

En 1831 vuelven los jesuitas al Líbano y fundan escuelas para niños y niñas. En 1864, después de cuatro años de esfuerzos de la diplomacia francesa, se logra imponer a Turquía la sesión del Líbano autónomo, primer paso para la Independencia Libanesa.

Así, durante más de mil años de la historia, la cultura del Líbano estuvo en contacto con la cultura latina del Occidente, y la cultura árabe del oriente, al tiempo que el heroísmo de sus hijos y la fidelidad de sus poblaciones, hacían de las montañas del Líbano el refugio de la libertad religiosa, mereciendo que su situación fuera garantizada por las cuatro grandes potencias de entonces: Francia, Inglaterra Alemania y Rusia.

2.- La Pontificia Universidad San José y el Líbano autónomo

El Líbano autónomo, aun dentro del imperio otomano, se había creado la responsabilidad de su propia administración. Para hacer frente a tal obligación, las clases superiores experimentaron un mayor deseo de cultura y para esa crema de la sociedad libanesa, los jesuitas establecieron que en un palacio, dado por el emir Bechir, un colegio en Chazir, que después fue transformado en Universidad trasladado a Beyrouth.

La Universidad de San José se fundó así, se desarrolló y dio a la independencia libanesa los hombres necesarios para organizarse y hacerse respetar tanto de las grandes potencias, como de las naciones árabes.
Era en 1875. Los católicos franceses estaban empobrecidos por las calamidades del año 1871, y fueron los católicos de los Estados Unidos, los que con su ayuda financiera, dieron lo necesario para construir los edificios de la Universidad.

Las diversas facultades se fundaron y desarrollaron sucesivamente y sus diplomas fueron reconocidos para la Filosofía y la Teología por la Santa Sede, y por Francia y el Imperio Otomano para las demás facultades.

Desde su fundación, la Universidad de San José , tomó una parte importante en el desarrollo de la lengua árabe, en el cercano Oriente, y ella dio a todo el mundo árabe los hombres cultos de que tenía necesidad.

Los jesuitas y los notables linguistas libaneses, Elías y Rachid Chartuny, rehicieron la traducción de la Biblia en una lengua precisa, simple y elegante. Los padres Belot, Lamns, Boyges, Hartigan, franceses, belga, irlandeses, y los padres Eddeh, Cheiko, Salany, libaneses y orientales, unidos a los profesores libaneses Chatuny y Harfouche, compusieron los diccionarios, las gramáticas y demás instrumentos necesarios para el buen conocimiento del árabe y de su enseñanza, para las ediciones de libros de historia, literatura y filosofía.

Fomentar la cultura en todo el cercano Oriente por medio de un periódico el Bachir, para la revista al-Machreq, y libros impresos en la misma universidad con un editorial de las mejores del oriente, envía sus libros hasta damasco, Bagdad, El Cairo, la Meca y aun en Java y Marruecos; así gracias a la obra de la Universidad, el Líbano se impuso al mundo árabe.

En todo el cercano oriente, los libaneses, hijos de la Universidad, vivifican las empresas culturales. Por ejemplo, del más grande de los periódicos del mundo árabe Al-ahram, lo fundó en el Cairo, un libanés, Salim Taqla y lo dirige el señor Antoun Pacha Gemayel,   libanés también.

Actualmente el 80% de todos los libaneses y el 90% de los cristianos, son instruidos. Es muy meritorio esto, ya que en el nuevo estado, la instrucción no es todavía obligatoria. El deseo de instrucción y de cultura es tan grande, que se calcula que el 50% de las entradas de las familias pobres se gasta para estudios de sus hijos y compra de libros y revistas. El 40% de los libaneses conocen dos lenguas, el árabe y el francés.

Estos libaneses, hombres fuertes y benéficos, gracias al clima de sus montañas, honrados y abnegados gracias a su religión y gracias a la cultura recibida en la universidad, han hecho que la nación libanesa se imponga a Europa y se pueda administrar a sí misma e influya poderosamente en todo el mundo árabe.

3.- El desarrollo de la Pontificia Universidad de San José y del Gran Líbano

Los diplomáticos de los Estados Unidos y de Inglaterra, partidarios por razones estratégicas, económicas y petrolíferas de la unificación del cercano oriente, y algunos franceses, por razones de estar en buena relación con los árabes, pretendían que Líbano formara una simple provincia del nuevo estado que se formara con las porciones más desarrolladas Imperio Otomano y se mostraban dispuestos se realizaran sus deseos positivamente contrario a la historia secular del Líbano.

Por eso su Beatitud monseñor Elías Hayeck, patriarca maronita de Antioquia y del Oriente, y su autoridad incontestable del Líbano, se dirigió con una delegación a París, para defender ante los aliados elaboraban el Tratado de Versalles, la causa del país que había sabido mantener su individualidad.

Por otra parte, la Comisión Grane, se había organizado se presentaba en Beyrouth para investigar la voluntad de la procuración.

Los libaneses pidieron a dicha Comisión Americana, unánimemente sea cual fuere su confesión religiosa, la independencia de su país, en sus fronteras naturales

Durante la primera guerra mundial, un hombre terrible hizo sentir a los libaneses que cómo estaban a la merced de sus vecinos para subsistencia. Porque los estrechos valles del Líbano, exigen para su cultivo un trabajo ímprobo que hace la personalidad inconfundible del campesino, pero no dan lo bastante para asegurar el alimento con una población que desde muy antiguo, es preciso han tenido que expatriarse para buscar fuera de su patria una parte de las subsistencias de sus familias. Los libaneses comprendían pues, que su libertad y su independencia serían ilusorias, sino formaban un país al abrigo de sólidas fronteras naturales con puertos y territorios que les permitieran proveerse de cereales. Ya había también el precedente de que bajo los emires habían vivido en paz y de acuerdo, todas las sectas y ritos diferentes. Estaban además resueltos a eliminar las divergencias religiosas para dedicarle con todos por eso al progreso de su país. Así a despecho de la diversidad de sus confesiones religiosas, se unieron para pedir a los aliados victoriosos las fronteras estratégicas y económicas del Líbano, las mismas que fueron en el tiempo las dispastias de Fakhr ed-Din y de los Chehab.

En consecuencia de todas estas negociaciones, la creación del gran Líbano fue decretada en Versalles proclamada solamente en Beyrouth, por el general Gouraud, alto comisario de Francia en el clero, de septiembre de 1920. Así en un estudio muy documentado, el profesor Juan Lapierro, hoy cónsul general de Francia de Nueva Orleans, hablando de estar “creación del gran Líbano” la resumen diciendo que antes de ser una obra de Francia, es una obra de los mismos libaneses.

Los jesuitas expulsados por los Turcos Alemanes del país, durante la guerra reabrieron la Universidad en 1919. La reorganización del país, aumentó las necesidades de educación en él. Los alumnos más numerosos reclamaban una enseñanza cada vez más adaptada a los nuevos tiempos; de quinientos alumnos, en 1922 el colegio había pasado a 800 en 1943, y en las facultades por ejemplo en la de medicina, de doscientos a seiscientos, tanto que se debió limitar la admisión por medio de cursos tanto para elevar el nivel de estudios como para no doctorar mayor número de médicos de los que podía el desarrollo del país.

Las facultades San Javier y la Universidad han dado a la Iglesia 400 Sacerdotes de todos los ritos orientales, treinta y cinco Obispos 3 Patriarcas y cinco Martires. Ahora algunos monjes Ortodoxos, cursan también en sus aulas.

La Universidad, no contenta con formar hombres, contribuye a la organización de las instituciones del estado. El ramo de la instrucción pública, es el programa del colegio San José, el adoptado para el Bachillerato Libanés. A los programas para los alumnos, une los programas para la formación de profesores. En su Instituto de lenguas Orientales, la Universidad organiza cursos de literatura árabe, en todas las escuelas del Líbano. Un libanés el profesor Fauad Efrem al Bostany, es el alma de esta organización al mismo tiempo que ocupa un alto puesto en la instrucción pública y es director de la escuela normal. Los jesuitas franceses o libaneses y sirios, han completan compuestos los manuales escolares en uso y su enseñanza primaria y secundaria estimula toda la enseñanza.

La escuela de derecho, es el centro de estudios de las cuestiones sociales; uno de sus profesores, el profesor Lo Genissel, fue el primer organizador del movimiento sindical y y con sus colegas, han intervenido desde su origen en la legislación del trabajo. Sus antiguos alumnos dan un buen contingente de la organización Kata et Libane, que bajo la dirección de Pierre Gemayel, tratan de mejorar la vida social del Líbano.

Finalmente gracias a los libros, periódicos y revistas de lenguas europeas: L´Orient, Le Jour, Descahiers de L´Est, La Rovue du Liban, más de 250 autores y periodistas libaneses de la lengua francesa, ponen la corriente al público europeo de las cuestiones orientales. Los más famosos de ellos son los señores Michel, Chiha, Charles, Corm, Héctor Klal, A. Ghehade, Charles Helou, Naceache Abousauan, Emilie Makhlou.

4.- Papel de la Pontificia Universidad de San José y del Líbano independiente.

Desde 1920 a 1946, por diversas etapas, desde la promulgación de la constitución en 1926 hasta las excusas del General Catroux en 1943, el Líbano ha conquistado pacíficamente su completa independencia.

Desde el 30 de agosto de 1946, se encuentra pues dueño de hacer frente por sí mismo a sus responsabilidades como lazo de unión entre dos civilizaciones.

Su situación es única, porque es el solo país del mundo primero de historia del Islam, donde se ha podido organizar la colaboración tolerante del Barnés y el solo país de cultura mediterránea mixta, de oriental y occidental, capaz de dar al mundo árabe en sus relaciones con los otros pueblos señalados, servicios desde el punto de vista diplomático y económico. Situación infinitamente delicada así a pesar de la buena voluntad de todos, antes de haber recibido la sanción del tiempo, el equilibrio de este Estado debe recibir la consagración de las Naciones Unidas, para asegurar su estabilidad, no tanto por un reconocimiento tácito como una garantía y de sus soberanías y fronteras.

Se ve pues qué conjunto de empresas delicadas debe afrontar el gobierno libanés. Mantener la independencia de su país, al mismo tiempo e introducirlo en una alianza por las exigencias de la economía internacional. Conformar su propia diplomacia Islamo-cristiano a la de esta federación. Necesidad de desarrollar económicamente a su país, sin enajenar nada de su reciente soberanía, hipotecándola por concesiones demasiado amplias, porque el Líbano en efecto no debe dejarse distanciar por el progreso económico del rico Egipto y la Palestina Sionista que adquieren durante la guerra. Cualquier retraso en este sentido sería causa perturbaciones locales durante la evolución de una población montañesa, que como decía un libanés, ya no se contentan con higos que broten espontáneamente en la montaña, sino que apetece el chocolate. Ni siquiera circular a lomo de mula, sino comprar en buenos dólares un automóvil americano.
La Universidad de San José que en el pasado siempre ayudó al Líbano hace frente a sus responsabilidades, ayudará a las nuevas generaciones a salir con honor de todas esas dificultades. Por lo demás, el Líbano le sigue dando muestra de confianza que agradece, pues después de los incidentes con Francia, hasta la fecha, el número de sus alumnos no ha dejado de crecer. En el colegio han pasado de 800 a 1200 exactamente y 1132 este año, y el conjunto ha pasado de sus facultades agrupa 1727 estudiantes, cifra a la que nunca habían alcanzado. Jóvenes de 29 paises extranjeros, del cercano Oriente y de todo el mundo, cursan en sus aulasm estén de quince religiones o ritos diferentes.

Para corresponder a las nuevas necesidades de la universidad de San José, en su escuela de Derecho, ha creado a petición del gobierno libanés, tres nuevas secciones: administrativa, diplomática y económica. Al lado de la enseñanza de las dos lenguas exigidas por la formación cultural, el árabe y el francés, la Universidad organiza la enseñanza del inglés para permitir a sus hijos acceso a las empresas económicas anglosajonas: aviación, petroleos, etc. trata ya de realizar a petición del Ministerio de los negocios Exteriores y Emigrados, la enseñanza del español y del portugués para facilitar las relaciones entre el Líbano y las colonias libanesas en América Latina. Para desarrollar científicamente la agricultura, establecerá con el estimado agrónomo Juan Debanne un Instituto Agronómico. Para favorecer las vocaciones de Ingenieros y Agrónomos tan necesarios para ellos en los programas de su colegio, se introducen una iniciación técnica y agrícola, que permitirá orientar a los más aptos a la Escuela de Ingenieros y al Instituto Agronómico. En este instituto, se impartirá también enseñanza especializada para los profesores de las escuelas en medio rurales.

Pero para albergar a la población escolar, cada día más numerosa, son indispensables y urgentes nuevas construcciones. Se tiene el proyecto de construir en un terreno de 20 hectáreas, comprando ya el señor de Enrique Bey Pharaon, ex ministro; terreno situado en Joumhour a un cuarto de hora de Beyrouth, en la ciudad universitaria para los 1700 estudiantes de sus facultades. Los primeros planos y maquetas están terminados los detalles pronto lo estarán. Ye prevé ya de una suma de un millón y medio de dólares para el conjunto de los trabajos.

5.- La cultura mediterránea, lazo de unión del Pan-Libanismo

Estos trabajos en efectos necesarios para el Líbano moderno y étnico. Como lo han dicho magníficamente dos grandes libaneses, el señor Charles Corm en el Congreso Mediterráneo (Mónaco, octubre de 1935) y recientemente Mr. Juan Marun, vicario de S.B. Mons. Arida, Patriarca maronita de todo el cercano oriente en el UNESCO, en octubre pasado en París: el Líbano es una de las más altas cimas de la conciencia humana su cultura representa un verdadero valor constructivo en el cercano oriente y del mundo entero.

El valor esta cultura no proviene directamente de su enseña. El humanismo mediterráneo no se concibe sino en plano espiritual, son los elementos morales, sociales espirituales, los que en la persona, en la familia, en el mismo Estado,  se encuentran en la cima de la jerarquía de los valores mediterráneos libaneses.


Esta civilización mediterránea, no es una simple prolongación del clasicismo greco-latino en las nuevas formas de la sociedad moderna del oriente. Los clásicos en efecto no han podido estorbar muchos ataques de civilización. Si el clasicismo, al cual la cultura libanesa se acerca por medio del estudio del francés, ha atravesado los siglos, es porque el cristianismo aun ignorado en el principio, infundió vida nueva no sólo en los seres sino también en las instituciones. Gracias al cristianismo, el clasicismo fue suficientemente altruista para ir más del hombre y de la nación hasta el ser supremo en que se encuentra el fin de la humanidad.

En la era de la nueva época el cercano oriente Árabe y el Líbano, para conservar las tradiciones familiares que son las armazones de la sociedad, habrán de evitar no tanto las turbaciones sociales, pero también el indiferentismo religioso. El cristianismo sólo bien entendido y practicado, y la religión que multitud de autores libaneses no cesa en exaltar desde más de 1000 años en sus cartas siriacas, griegas, latinas, árabes, francesas puede conducir a la perfección de los más diversos destinos humanos, o bien la cultura libanesa, enseñanza y educación, merced a su Universidad católica, hará del cercano Oriente una aplacible ciudad de Dios, factor de paz y de civilización, o bien el cercano oriente, agriado por las diferencias sociales, por una instrucción superficial, por las competencias económicas y petroleras, permanecerá en la expectativa de un neo paganismo de odios, de guerras y de muertes.

El Líbano tiene una misión que cumplir y un gran papel que desempeñar, el Líbano ante el mundo entero y especialmente ante el mundo de la lengua árabe, representa por sí mismo toda una civilización, y esto por una sola razón, porque es dueño de una propia historia, poseedor de tradiciones propias, porque jamás se impone por sí mismo.

Los problemas de vuestra Universidad  Pontificia de Beyrouth, tales como acabo de presentar, y su urgente resolución, han hecho que no dude ni un momento con ponernos frente a la realidad: la Universidad que crece más y más, las necesarias exigencias en los que debe hacer frente, tanto para el bien del Líbano como para la irradiación de su civilización Latina y para la influencia de su cultura, encarnada en sus hombres de selección. Estos problemas dejarán de ser tales, puesto que vosotros después de madura reflexión podréis solucionarlos.

Para ello, es de todo punto necesario que os persuada es de la importancia primordial que reviste este asunto, que lejos de ser particular, os de un borde universalísimo que viene antes de todos otros proyectos laicos o religiosos.

El Líbano esta en el derecho de esperar de vosotros un esfuerzo proporcionado a la magnitud del problema y a vuestras posibilidades. No podéis limitarla a un gesto incomprensible entre vosotros ni al aislamiento. Debe reinar solamente en este objeto la unanimidad perfecta de un patriotismo puro como el cielo del Líbano.

Los padres jesuitas de Beyrouth, que desde el siglo XVII por sus fundaciones de Antura, de Chazir y de Beyrouth, han trabajado con vuestros hombres y héroes para el desarrollo de independencia, vinieron a pedir a vosotros que les ayudéis a trabajar por una universidad modernizada y ampliada para el bienestar de vuestra Patria y de todo el cercano Oriente, Universidad una de las armazones del Líbano y conservadora de las tradiciones familiares, dispensadora de la cultura mediterránea y educadora de hombres competentes, honrados y fuertes.

Pero una suma de un millón y medio de dólares no puede reconocerse en un Líbano que proveerá sin duda una parte, pero forzosamente dado al esfuerzo financiero que necesita para sostener su aparato administrativo diplomático militar, necesario para conservar su independencia.

Es posible contrario reconocer fácilmente un millón y medio de dólares, entre los quinientos mil libaneses de África y de las Américas, si cada uno sin excepcion, padres solteros, hijos y señoras, dando en uno o dos años cada uno tres dólares y esto necesita tanto de una organización y una cadena de comités locales en recolección con un comité en Beyrouth.

Es también para todos un deber ineludible, el hacer que vuestro Líbano sea conocido  y amado en sus tradiciones, su historia, su civilización, es necesario también una cinta cinematográfica en color que ponga de relieve la riqueza y bellezas del Líbano. Está será realizada con las suscripciones de todas las colonias libanesas. Recibieran en cambio copias que puede exhibirse en sus países de adopción, para ayudar eficazmente a la propaganda a favor del asunto universitario.

Después de la Primera Guerra Mundial, la iniciativa de la cristiandad libanesa, realiza la unión de todas las confesiones religiosas para crear el gran Líbano. Después de esta Segunda Guerra Mundial, es preciso que la cristiandad libanesa realice la unión de todos los libaneses, los del cercano Oriente y los de las Américas, que todos vosotros os unáis para la constitución del “Más Grande Líbano”; la creación de un poderoso movimiento Pan-Libanés, capaz de desarrollar la Universidad de San José y de asegurar así para sus hijos de Líbano, la superioridad de una cultura mediterránea, oriental y occidental y de realizar el desarrollo económico de vuestra patria secular de hacer conocer a la opinión pública del mundo entero la historia milenaria del Líbano, su cultura trascendental y de obtener para la independencia libanesa la garantía de las Naciones Unidas, de encargará la diplomacia del Líbano la defensa de la libertad de conciencia en todo el cercano Oriente.

Así, con la próxima extensión en vuestra Pontificia Universidad San José, con la reunión de todos en un más grandes Líbano, os saludo vosotros hijos de Líbano, en un sentimiento profundo de amor y de admiración a vuestra patria en su historia gloriosa, en su antigua cultura, en la fantasía de sus valles y montañas, en la hospitalidad que dio a todos los orientales y occidentales, en sus cedros que simbolizan la fuerza de su carácter, en la fe y el entusiasmo de sus poblaciones para asegurar la libertad.

Libertad: que es cooperación y fraternidad para el progreso material, moral, individual y familiar.
Libertad: que es el sentimiento de la responsabilidad y de la concepción siempre más ampliada de derecho y deber de.
Libertad: que sólo es en la verdadera conciencia de los pueblos y por la que vivieron y lucharon los libaneses durante siglos, por mantener siempre el ideal de la patria libanesa independiente de un MAS GRANDE LÍBANO.

LÍBANO ES INMORTAL
TIERRA EXTERNA DE LOS CEDROS SAGRADOS….






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